Comprendiendo los fundamentos de las comisiones y gastos en inversiones
Para entender el verdadero costo de tus inversiones, es fundamental conocer los diferentes tipos de comisiones que pueden aplicarse. Aquí te explicamos las más comunes:
Es el porcentaje que cobra la entidad por administrar tus activos. Se calcula sobre el valor total de tu inversión y se cobra anualmente, aunque suele deducirse diariamente del valor del fondo. En fondos comunes, puede variar entre 0.1% y 2.5% anual.
Es el costo por mantener tus valores depositados de forma segura. Generalmente oscila entre 0.05% y 0.3% anual, aunque puede variar según la entidad y el tipo de activo.
Se cobra al momento de realizar la inversión inicial. Puede ser un porcentaje sobre el capital invertido (típicamente entre 0% y 5%) o una cantidad fija. Muchos fondos modernos han eliminado estas comisiones para ser más competitivos.
Se aplica cuando retiras tu dinero antes de un período determinado. Puede ser decreciente según el tiempo que mantengas la inversión, por ejemplo, 3% si retiras en el primer año, 2% en el segundo, etc.
También llamada comisión de transacción, se aplica cada vez que se compran o venden valores dentro de tu cartera. Puede ser un porcentaje sobre el valor de la operación o una cantidad fija, y varía según el tipo de activo y mercado.
Se aplica cuando la rentabilidad supera un determinado objetivo o benchmark. Generalmente oscila entre el 10% y el 20% de la rentabilidad que exceda dicho objetivo. Es importante entender cómo se calcula este exceso de rendimiento.
Para analizar eficazmente el impacto de las comisiones en tus inversiones, es útil conocer estos indicadores:
El TER (Total Expense Ratio) es uno de los indicadores más importantes para evaluar el costo de un fondo de inversión. Incluye la comisión de gestión, custodia y otros gastos operativos, expresados como porcentaje del patrimonio del fondo.
Un fondo con un TER del 1.5% significa que cada año se destina el 1.5% del valor de tus activos a cubrir estos gastos, independientemente del rendimiento obtenido.
Indica con qué frecuencia se compran y venden los activos dentro del fondo. Una alta rotación suele implicar mayores costos de transacción, que aunque no aparecen en el TER, reducen la rentabilidad neta.
Un ratio de rotación del 100% significa que en un año se ha renovado completamente la cartera. Uno del 20% indica una estrategia más estable y generalmente con menores costos de transacción.
Este indicador va más allá del TER, incluyendo también los costos de transacción. Ofrece una visión más completa del impacto total de los costos en tu inversión.
Un fondo podría tener un TER del 1.2% pero un OCR del 1.8% debido a los costos de transacción adicionales por una estrategia de gestión muy activa.
Estos indicadores te permiten comparar diferentes opciones de inversión de manera más objetiva, considerando no solo el rendimiento potencial sino también los costos asociados.